Hervé Joncour lleva una vida anodina en su pueblo, “Era, por otra parte, uno de esos hombres a los que les gusta asistir su propia vida, considerando impropia cualquier ambición de vivirla.”
El caso es que Hervé está tan tranquilo viviendo esa vida hasta que un viaje a Japón cambia completamente sus metas y expectativas.
Durante una operación de compra de gusanos de seda ve a alguien que le impresiona profundamente.
Nace una pasión, ideal de muchos hombres, basada en varias características de ella, “parecía acariciar la piel de un animal precioso y aletargado”.
Joncour... bajo instintivamente la mirada hacia ella y lo que vio, sin, dejar de hablar, fue que esos ojos no tenían un aspecto oriental y estaban clavados, con una intensidad desconcertante, en él, como si desde el comienzo no hubiera hecho otra cosa debajo de los párpados.La última cosa que vio, antes de salir, fueron los ojos de ella fijos en los suyos, perfectamente mudos.
El caso es que Hervé está tan tranquilo viviendo esa vida hasta que un viaje a Japón cambia completamente sus metas y expectativas.
Durante una operación de compra de gusanos de seda ve a alguien que le impresiona profundamente.
Nace una pasión, ideal de muchos hombres, basada en varias características de ella, “parecía acariciar la piel de un animal precioso y aletargado”.
Joncour... bajo instintivamente la mirada hacia ella y lo que vio, sin, dejar de hablar, fue que esos ojos no tenían un aspecto oriental y estaban clavados, con una intensidad desconcertante, en él, como si desde el comienzo no hubiera hecho otra cosa debajo de los párpados.La última cosa que vio, antes de salir, fueron los ojos de ella fijos en los suyos, perfectamente mudos.
“Sus ojos no tenían aspecto oriental, y su rostro era el rostro de una chiquilla”.
-Nunca oí ni siquiera su voz.
-Morir de nostalgia por algo que no vivirás jamás.
Así que a Hervé le gusta ella porque:
-No parece oriental
-Nunca oí ni siquiera su voz.
-Morir de nostalgia por algo que no vivirás jamás.
Así que a Hervé le gusta ella porque:
-No parece oriental
-Tiene el rostro de una chiquilla
En ningún momento de la novela aparece que tenga siquiera nombre.
Hervé regresa a casa y a su esposa, Hélène, a la que repite que ama, quizá para convencerse a sí mismo, pero al parecer no lo consigue, ya que vuelve una y otra vez a Japón(hasta cuatro), intentando verla y complicando la vida a otras personas, llegando a un punto irremediable que le impide finalmente regresar.
Antes de que acabe la historia, Joncour aún tiene tiempo de comprobar el puro amor de su esposa, Hélène, otro ideal masculino de sufrimiento silencioso, sacrificio y “amor” masoquista.
Baricco también intercala en el texto algunas frases “poéticas” y otras que hay que leer un par de veces, entreteniendo al lector, que intenta adivinar si son directamente expresiones huecas o tienen un sentido profundo a elegir al azar o por capricho de quien lo lee.
En ningún momento de la novela aparece que tenga siquiera nombre.
Hervé regresa a casa y a su esposa, Hélène, a la que repite que ama, quizá para convencerse a sí mismo, pero al parecer no lo consigue, ya que vuelve una y otra vez a Japón(hasta cuatro), intentando verla y complicando la vida a otras personas, llegando a un punto irremediable que le impide finalmente regresar.
Antes de que acabe la historia, Joncour aún tiene tiempo de comprobar el puro amor de su esposa, Hélène, otro ideal masculino de sufrimiento silencioso, sacrificio y “amor” masoquista.
Baricco también intercala en el texto algunas frases “poéticas” y otras que hay que leer un par de veces, entreteniendo al lector, que intenta adivinar si son directamente expresiones huecas o tienen un sentido profundo a elegir al azar o por capricho de quien lo lee.
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